Reportaje que nos hicieron en la ciudad de Soria, España, junto a Patricio Plaza, productor de "Padre".
"No son unos invitados cualquiera. Han cruzado el Atlántico desde su Argentina natal. No conocían Soria pero se sienten, en cierta forma, conectados de manera «muy linda» con la ciudad a través de un vínculo: el cine. Martín Aletta, director de ‘Ojos Aletta’, que se verá hoy jueves en la competición oficial del Ciudad de Soria, y Patricio Plaza, productor de ‘Padre’, de Santiago Bou, que cerrará el viernes la sección a concurso, fueron los ganadores de la III Semana de Soria en Buenos Aires, premio que les valió la invitación directa para participar en el Certamen de Cortometrajes soriano y un billete para presentar su obra ante los espectadores del festival. Un certamen, que, apunta Plaza, es bastante conocido en Argentina como uno de los más importantes de España.
Los dos realizadores se muestran muy contentos de la oportunidad que les brinda el Certamen de compartir con el público soriano sus dos cortometrajes e incluso poder contestar a sus preguntas y entablar un debate. «Si gusta, fenomenal; si no gusta, no pasa nada», comenta Patricio con una sonrisa. En todo caso, explica Martín, será una nueva ocasión para comprobar si lo que quisieron plasmar en sus cortometrajes llega o no al público. Inevitable pasar algunos nervios.
‘Ojos abiertos’ y ‘Padre’ son dos obras muy distintas. La primera, rodada en japonés, es la historia de cómo tres vidas confluyen en un instante; la segunda, una obra de animación, aborda una relación familiar en el contexto de la Argentina del final de la dictadura militar.
Fueron una sucesión de coincidencias propicias y singulares las que llevaron a Martín Aletta a dirigir su primer cortometraje como director, ‘Ojos abiertos’. En aquel momento, su hermano Federico (coproductor del filme) estaba viviendo en Tokio y eso facilitó que Martín fuera a visitarle durante tres meses. Fue entonces cuando comenzó a interesarse por el tema de suicidio (Japón cuenta con uno de los índices más altos del mundo), las multas que debe pagar las familias y otros aspectos. Vivir en un edificio «un poco raro» donde sólo residían extranjeros o japoneses algo bohemios le llevó a conocer a uno de los actores del filme. El guión fue surgiendo también poco a poco. Primero la historia que abre el cortometraje, después, las otras dos, y para las que utilizó retazos de textos que había ya escrito hacía varios años. Conscientemente quiso alejarse del Tokio cosmopolita, el de los carteles luminosos que tanto la identifican dentro del tópico. «Quería lugares fuera de la estampa habitual, en barrios donde la gente tiene su vida», explica el realizador.
Cinco días de rodaje y otro más para grabar el sonido fueron suficientes para construir esta dura y hermosa historia en torno a la vida y la muerte. Después de muchos años dedicados al mundo audiovisual desde distintas facetas, como actor, también en el mundo de la animación, Martín Aletta supo que había llegado el momento de pasar detrás de la cámara. Un trabajo en concreto, asegura con humor, que hubiera sido imposible sin su hermano «que sabía japonés». Frente a los cinco días de rodaje de ‘Ojos abiertos’, para ‘Padre’ fueron necesarios ocho meses de intenso trabajo; en total, contando la pre y la postproducción, tres años para sacar el proyecto adelante.
Los dos realizadores se muestran muy contentos de la oportunidad que les brinda el Certamen de compartir con el público soriano sus dos cortometrajes e incluso poder contestar a sus preguntas y entablar un debate. «Si gusta, fenomenal; si no gusta, no pasa nada», comenta Patricio con una sonrisa. En todo caso, explica Martín, será una nueva ocasión para comprobar si lo que quisieron plasmar en sus cortometrajes llega o no al público. Inevitable pasar algunos nervios.
‘Ojos abiertos’ y ‘Padre’ son dos obras muy distintas. La primera, rodada en japonés, es la historia de cómo tres vidas confluyen en un instante; la segunda, una obra de animación, aborda una relación familiar en el contexto de la Argentina del final de la dictadura militar.
Fueron una sucesión de coincidencias propicias y singulares las que llevaron a Martín Aletta a dirigir su primer cortometraje como director, ‘Ojos abiertos’. En aquel momento, su hermano Federico (coproductor del filme) estaba viviendo en Tokio y eso facilitó que Martín fuera a visitarle durante tres meses. Fue entonces cuando comenzó a interesarse por el tema de suicidio (Japón cuenta con uno de los índices más altos del mundo), las multas que debe pagar las familias y otros aspectos. Vivir en un edificio «un poco raro» donde sólo residían extranjeros o japoneses algo bohemios le llevó a conocer a uno de los actores del filme. El guión fue surgiendo también poco a poco. Primero la historia que abre el cortometraje, después, las otras dos, y para las que utilizó retazos de textos que había ya escrito hacía varios años. Conscientemente quiso alejarse del Tokio cosmopolita, el de los carteles luminosos que tanto la identifican dentro del tópico. «Quería lugares fuera de la estampa habitual, en barrios donde la gente tiene su vida», explica el realizador.
Cinco días de rodaje y otro más para grabar el sonido fueron suficientes para construir esta dura y hermosa historia en torno a la vida y la muerte. Después de muchos años dedicados al mundo audiovisual desde distintas facetas, como actor, también en el mundo de la animación, Martín Aletta supo que había llegado el momento de pasar detrás de la cámara. Un trabajo en concreto, asegura con humor, que hubiera sido imposible sin su hermano «que sabía japonés». Frente a los cinco días de rodaje de ‘Ojos abiertos’, para ‘Padre’ fueron necesarios ocho meses de intenso trabajo; en total, contando la pre y la postproducción, tres años para sacar el proyecto adelante.
La laboriosa técnica de la ‘stop-motion’ (filmación del movimiento fotograma a fotograma) fue la base de esta producción no exenta de todo tipo de contratiempos. Desde la erupción de un volcán que dejó prácticamente incomunicada a Bariloche, la ciudad de la Patagonia de la que es oriundo el director del corto y en la que se desarrolló parte del proyecto, a la floración (una vez cada 70 años) de una planta cuyas semillas generan plagas de ratones, que también causaron bastantes trastornos en la ciudad.
Tras ‘Empleo’, el primer trabajo de Santiago Bou y Patricio Plaza como animadores ‘independientes’, y que se convirtió en todo un fenómeno viral en internet, sobre ‘Padre’ planea la ‘sombra’ de la dictadura militar argentina un tema aún presente, en el que «el Estado se hizo cargo de su responsabilidad», pero cuyas consecuencias aún viven las nuevas generaciones. «Nos interesaba hablar por un lado a nivel más personal, las relaciones internas y lo externo; el contexto histórico y el de la represión intrafamiliar», explica Plaza. La animación y sus metáforas, asegura, da pie a ello.
De su participación en la Semana de Soria en Buenos Aires guardan recuerdos «muy lindos», especialmente, la oportunidad de poder compartir con el público «y poder venir acá», señala Martín Aletta. «Está muy bueno que exista esta conexión entre los dos países a través del Certamen de Cortos», añade Patricio Plaza.
Con muchas expectativas de disfrutar de su estancia en la capital, vivir en el ambiente del festival y tener la oportunidad de conocer lugares nuevos (están muy entusiasmados con la posibilidad de realizar una excursión al Cañón del río Lobos) Martín Aletta y Patricio Plaza ya piensan en nuevos proyectos. Martín tiene «varias ideas» y Santiago Bou y Patricio Plaza quieren seguir fomentando las producciones independientes de animación en Argentina. Pero teniendo en cuenta que sus proyectos llevan bastante tiempo de preparación, «somos bastante selectivos», concluye. "
Nota realizada por Sonia Almoguera para el "Heraldo de Soria"el 27 de noviembre de 2014.
Tras ‘Empleo’, el primer trabajo de Santiago Bou y Patricio Plaza como animadores ‘independientes’, y que se convirtió en todo un fenómeno viral en internet, sobre ‘Padre’ planea la ‘sombra’ de la dictadura militar argentina un tema aún presente, en el que «el Estado se hizo cargo de su responsabilidad», pero cuyas consecuencias aún viven las nuevas generaciones. «Nos interesaba hablar por un lado a nivel más personal, las relaciones internas y lo externo; el contexto histórico y el de la represión intrafamiliar», explica Plaza. La animación y sus metáforas, asegura, da pie a ello.
De su participación en la Semana de Soria en Buenos Aires guardan recuerdos «muy lindos», especialmente, la oportunidad de poder compartir con el público «y poder venir acá», señala Martín Aletta. «Está muy bueno que exista esta conexión entre los dos países a través del Certamen de Cortos», añade Patricio Plaza.
Con muchas expectativas de disfrutar de su estancia en la capital, vivir en el ambiente del festival y tener la oportunidad de conocer lugares nuevos (están muy entusiasmados con la posibilidad de realizar una excursión al Cañón del río Lobos) Martín Aletta y Patricio Plaza ya piensan en nuevos proyectos. Martín tiene «varias ideas» y Santiago Bou y Patricio Plaza quieren seguir fomentando las producciones independientes de animación en Argentina. Pero teniendo en cuenta que sus proyectos llevan bastante tiempo de preparación, «somos bastante selectivos», concluye. "
Nota realizada por Sonia Almoguera para el "Heraldo de Soria"el 27 de noviembre de 2014.
